Gimnasia de la felicidad

La gimnasia de la felicidad consiste en un conjunto ordenado y sistemático de ejercicios motrices de carácter sostenible cuya tradición hiende sus raíces en la protohistoria de la cultura humana, siendo su objetivo que las personas con la práctica cotidiana y consciente de las situaciones motrices descritas en las fichas, puedan entrenarse con cariño y responsabilidad para orientar sus vidas por la senda del bienestar y la felicidad, a sabiendas de que se trata de una responsabilidad personal, cuya elección primero y constancia después, van a mejorar de manera continuada la calidad de vida para poder gozarla con fruición.

Nada de lo que aparece en las fichas implica una novedad o planteamiento original, muy al contrario, sus contenidos ya existían en multitud de tradiciones, algunas de hace más de tres mil años, como las del antiguo Egipto, Mesopotamia, Mojenho Daro (en el río Indo, actual Pakistán) o del río Huang Ho (China), otras contemporáneas, como los métodos de Françoise Mézières, Ida P. Rolf, Louis Ehrenfried, Gerda Alexander, Moshe Feldenkrais, Philippe Souchard o Mathias Alexander, finalmente otras de gran actualidad en estos momentos como la Microgimnasia de Antoni Munné, el método Columna Vitae de Mario Fiore, el método Cuerpo y Consciencia de Georges Courchinoux, el método Pilates de Joseph Pilates o el método Movitransfer de Alberto Masciano.

Las fichas están programadas siguiendo la sucesión de las estaciones del año, tal y como recomienda la medicina china y que tan bien aplica y explica Georges Courchinoux en su método Cuerpo y Consciencia.

Hay contenidos de las fichas que se repiten en todas ellas, como desanudarse en el suelo al comenzar la sesión, para preguntarle al cuerpo cómo se encuentra hoy, sintiéndolo, y al final de la sesión para revitalizarse, o bien algunos ejercicios respiratorios, Yin al comenzar la sesión, para centrarse, suaves y lentos, y Yang, tónicos al final de la sesión, para adquirir tono y vitalidad.

Otros son propios de cada estación y se repiten en sus trece fichas correspondientes, como es el caso los de activar y estimular los meridianos energéticos. Finalmente, están aquellos que se van incorporando de manera específica cada semana según los objetivos que se plantean.

Se recomienda que con carácter general se practique todos los días durante cuarenta y cinco minutos o bien tres veces a la semana cuanto menos, aunque conviene tener en cuenta que sus efectos son muy potentes cuando el entrenamiento es diario y plenamente consciente de modo suave y lento, mientras que sus efectos se reducen en la medida que se altera la constancia diaria, aunque se aumente su intensidad.

Es muy importante tener en cuenta que las fichas son una ayuda, una orientación, no tan solo una receta. Las del otoño están descritas siguiendo la metodología de las clases prácticas, basadas en la exploración motriz y la pedagogía de las conductas motrices sostenibles, que es el modo de actuar del equipo docente de la asociación. Las restantes; invierno, primavera y verano; están descritas al modo tradicional, pensando que cada lector que pretenda entrenarse en su casa pueda conocer con detalle un modo de hacerlo, a sabiendas de que no se puede sustituir la interacción directa y viva con una persona competente: profesor, monitor, guía… o el asesoramiento de un entrenador personal con experiencia en la aplicación de la pedagogía de las conductas motrices sostenibles.